#Balancepersonal y #Balancebloguero 2013

Aquí estamos, un año más haciendo el balance de lo que ha dado de sí el año. Este balance esta pensado des del punto de vista personal, pues ha sido un año de cambios, como podréis imaginar. También ha habido cambios en lo que respecta al blog y he vivido más encuentros con diferentes bloggers. Intentaré dejarlo todo aquí escrito.

Este 2013, al igual que pasó en el 2011, ha sido un año especial por el nacimiento de mi hija. Empecé el año sabiendo que estaba embarazada, y que a los nueve meses tendría otro bebé. Muy contenta con la noticia pero también preocupada por como se lo tomaría Biel y cómo lo llevaríamos nosotros.

Aun estando embarazada, este año 2013 no ha sido bueno por lo que se refiere a mi trabajo. El curso 2012-2013 ha sido de los peores que creo que se puedan vivir, con angustia, malestar y muy baja de moral. Llegaba cada día cansada de batallar con mi grupo y sin saber bien bien hacia donde tirar. Así que sinceramente deseo que este 2014 me vaya mejor en este aspecto, aunque cojo el grupo con el curso ya empezado, me he preparado para trabajar más y mejor con ellos. Espero poder poner en práctica lo aprendido y ser fuerte ante las dificultades.

En verano, mi familia y yo hicimos nuestro primer viaje en barco. Fuimos a Menorca donde pasamos muy buenos días. Biel poco a poco ha ido creciendo y haciéndose más niño, mostrando más autonomía y más caracter.  Pasamos un buen verano aprendiendo juntos, disfrutando del embarazo, disfrutando los últimos días como hijo único y como mamá de un solo niño y aprovechando para hacernos una sesión muy bonita en familia, por 123Foto byParis.

Foto tomada por 123byParis

Mi barriga de 36 semanas. Foto tomada por 123FotobyParis

Este ha sido un embarazo distinto al primero, con náuseas durante el primer trimestre, con más dolores y molestias, con más pruebas por si tenía diabetes gestacional (que no tuve), más cansada por no poder descansar al estar al cuidado de un niño de dos años.

Llegó el mes de septiembre, el mes que cambió de nuevo mi vida, como pasó aquel junio de 2011. Salía de cuentas el 19 de septiembre pero mi pequeña se hizo de rogar hasta el 25 a la madrugada (¡por poco y nace el día de mi santo!). Tras un día de mucho dolor llegó mi segundo parto, que lo recuerdo muy doloroso, pero fijaros si es sabio el cuerpo que sé que pasé dolor, pero no lo recuerdo para nada y es que el momento en que te ponen a tu bebé en brazos borran cualquier tipo de sufrimiento.

Foto tomada por 123byParis. Sesión newborn

Foto tomada por 123FotobyParis. Sesión newborn

Aina ya forma parte de nuestra vida. El día 25 de diciembre cumplió los 3 meses y está muy espabilada ya. Biel la quiere con locura, aunque le haya costado unos meses quererse acercar a ella. Desde el día que nació Aina me siento más fuerte como madre, como persona, y aunque haya días que flaquee sé que podré hacerme con el cuidado de los dos. Son lo más importante de mi vida.

Por otra parte, también he tenido el gusto de poder conocer a personas muy valiosas como amigas, compañeras en esta aventura de ser madres, pero también acompañándonos en el día a día. Son la tribu 2.0, que a golpe de tweets y de comentarios de facebook o de blog vamos forjando una bonita relación. Esto también me ha ayudado a creer más en mi y en mis posibilidades como madre, pues escuchar otras experiencias siempre es gratificante.

Empecé el año con un encuentro bloguero en Barcelona, hablando sobre el porteo ergonómico a cargo de Nakadi. Allí conocí a varias blogueras, de las cuales algunas he seguido manteniendo contacto en otros encuentros o por otros temas, como son Annabel de la Nave de V, Maria José de Blogmoda Bebé, Marta de Una Mamá Diseñadora… Si queréis saber un poco más de qué fue ese encuentro podéis leerlo en el blog, como no: Charla-taller sobre porteo. Pero éste no fue el único encuentro bloguero del año, ha habido varios más. El siguiente fue en Valencia. Sí, sí. Valencia. Y es que cuando leí de qué iba el tema de la charla y dónde se hacía el encuentro no lo dudé dos veces (¡¡suerte que cayó en semana santa!!). Era mi oportunidad para conocer a la blogger con la que mejor relación tengo en esta tribu 2.0. Así que fuimos para Valencia ese día, a pasar el día y por la tarde fuimos a Canguro Verde Papillas y Café, y allí aprendimos un poco más sobre el Método Montessori y además pude conocer a bloggers de la zona: Raquel de Cuando los Sueños Despiertan, Jenni de Babbupi y la familia de Joan Petit, con ellos pasamos una tarde muy divertida! Si queréis leer un poco más de este encuentro, es el de Montessori para todos.  Luego, ya más adelante fue el encuentro de Bloggers and Family (tan completo como siempre), el encuentro para la experiencia Fisher Price, donde volví a encontrarme con bloggers del taller de porteo y además conocer a otras como Mamá Vitamina, que tuvo el detalle de hacerme la imagen del blog sin pedíserlo. También viví de primera mano el encuentro para darle a Paris nuestra sorpresa del Spidertanga, podéis leer su precioso post aquí: Una sonrisa para Paris #spidertanga. Y además, he asistido a otro tipo de talleres, como el de Lingosworld, que me permitió conocer a más bloggers: la creadora de este carnaval de blogs, a Bea Mama de Dos.

Además de encuentros de bloggers, que ha sido un año bastante completo, el blog ha sufrido algunos cambios, como ha sido su imagen y el cambio de blogspot a wordpress. No sé si esto último ha sido un acierto, pues tengo la sensación de que menos gente me lee desde que lo tengo en wordpress, pero bueno, intentaremos darle vidilla de nuevo al blog. Como ya dije en una de las últimas entradas de este mes de diciembre, intentaré hablar de todo un poco, siempre bajo mi experiencia y con sinceridad sobre lo que pienso. No faltarán entradas que hable de mis queridos hijos, los protas del blog.

Así que resumiendo, mi 2013 lo ha vuelto ha marcar el nacimiento de mi hija, a pesar de haber pasado gran parte del año mal por culpa de no saber gestionar bien un grupo, también lo ha marcado el ver crecer a mi hijo, comprobar que se va haciendo más mayor, que va dejando de ser un bebé, por mucha pena que nos de. Está en una etapa muy bonita que también debemos disfrutar y ¡tomar mucha paciencia!

Espero que este 2014 venga cargado de energía positiva, que deje atrás los malos pensamientos y las malas vibraciones. Espero que sea un año que pueda disfrutar una vez más de ver crecer a mis pequeños, de disfrutar con ellos, de reír, de jugar, de viajar todos juntos.  Quiero que sea un año que me sienta más fuerte aún, aprender a no dejarme pisar. Y sobre todo, seguir teniendo el amor de mi familia y amigos. Muy típico, sí, pero con esto ya seré feliz.

Y seguimos…

Y seguimos igual. Estoy ya de 39+3 y aún seguimos aquí. El viernes hicimos la ecografía para control de peso de la niña y resulta que ya pesa 3,500kg. ¿Cuando piensa salir? Así no me extraña que esté yo me duela todo el cuerpo. Y es que toda yo soy barriga. En este segundo embarazo he tenido suerte con los quilos que he cogido y parece ser que todo lo ha ido engordando Aina, porque yo solo me he engordado 4-5kg.
Y des del viernes por la tarde me duele mucho la ingle izquierda, parece que tenga la cabecita de mi niña apretando para allá… pero resulta que esa tarde me dediqué a andar y andar (fuimos paseando mi peque y yo) y luego tuve que subir tres pisos a pie (no tenemos ascensor) y no sé si del esfuerzo o qué, desde ese día me duele la ingle. Si ya era un suplicio el levantarme y/o moverme ahora lo es más. En fin. Con ganas de que nazca ya la «petita» Aina.
Mi barriguita de 39 semanas

Además, estos días mi pequeño parece que esté de nuevo incubando algo. Lleva un par de días con décimas, y ayer le salió una granizada tipo como la que le salió en julio (el famoso «no-sarampión») pero con granitos más aislados. Lo llevamos de urgencias ya que hacía un par de días le pusimos la segunda dosis de la vacuna Varivax [Nota: estamos a la espera de unas pruebas de alergia: a principios de este mes hizo una reacción alérgica al amoxicilina, pero con otro cuadro (se le hinchó el labio superior)] y pensamos que también podría haberle hecho reacción alérgica. O eso o a algún alimento y no sepamos cuál. Después de mirárselo dijeron que podría ser a algún alimento, aunque no es seguro. Que aprovechemos el día que nos hagan la prueba para que también le miren este tipo de alergia, a parte de control con la pediatra. Total, que ahora además tenemos la preocupación de qué puede estar pasando a Biel para que le salgan tantas cositas en tan poco tiempo.
Ya os seguiré informando y espero que pronto os de la noticia de que la pequeña ha nacido!

Últimas semanas de embarazo

Ya estoy en la semana 38. Si naciera ahora la niña se podría decir que ha nacido a término, es decir, no se considera prematura. También he leído que en esta semana ya están formados sus órganos y que ahora simplemente se dedica a coger peso. Así que dicho esto: hija mía, sal ya, que queremos conocerte jeje
Desde la última vez que escribí sobre mi embarazo he tenido que volver a repetir la prueba del azúcar, por posibilidad de tener diabetes gestacional, ya que la niña estaba en el percentil 92. Así que fui una mañana al hospital, desconocedora de como sería repetir la prueba (en el otro embarazo solo hice la prueba O’Sullivan en la semana que tocaba y como salió bien y el embarazo también, no me hicieron repetir la prueba). Ahí me explicaron que la prueba como tal tenía una duración de 3 horas. 3 HORAS. Suerte que llevaba una libro, porque si no me da algo. Eso es lo que pensé primero. Luego me dijeron que me pincharían primero, para tomar muestra de sangre, luego me daban el líquido aquél, y luego tenía que esperar a cada hora, hasta 3, para irme pinchando. Así que en total cuatro pinchazos. Pero bueno, la realidad es que ese primer día solo me pincharon una vez, ya que el zumo me sentó fatal. Al cabo de media hora de habérmelo tomado me empecé a notar un sudor frío y que todo daba vueltas. Me tumbaron y devolví todo el zumo. Así que se anuló la prueba y tuvieron que volver a programármela. HORROR: solo de pensar que me tenía que volver a tomar el zumo ese… Unos días más tarde repetí la prueba. Esta vez iba acompañada de mi hermana por si me volvía a pasar el soponcio del mareo. Pero aquél día, imagino que porque estaba acompañada y distraída hablando con ella, me encontré mejor y pudieron pincharme las cuatro veces. Días más tarde me dieron los resultados y salieron bien, así que no tengo diabetes. Simplemente la niña viene grande.
Lo bueno de esos días es que hice un poco de dieta por si tenía diabetes (aunque sinceramente pasaba hambre solo de pensar en lo que no podía comer) y mantuve el peso (de hecho adelgacé unos gramos).  Así que si de una cosa estoy orgullosa en este embarazo es en el control de peso. He engordado ocho quilos, pero en realidad son cuatro, teniendo en cuenta que debido a náuseas y ascos en el primer trimestre de embarazo adelgacé cuatro quilos. Recuperé esos cuatro quilos y además he engordado otros cuatro. No está mal teniendo en cuenta que con Biel me engordé 16! Espero que en cuanto tenga a la niña mantenga el peso o incluso recupere el que tenía antes del embarazo de Biel.
Y en estas últimas semanas pues estoy pasando malas noches. Como veréis, escribir un post a las 06:30h de la mañana es lo más normal del mundo. Me levanto cada dos horas como máximo para ir al baño, y es que la niña presiona que da gusto. La barriga me pesa, con lo cual no me puedo mover con total libertad y me acaba doliendo todo, sobre todo la parte de la pelvis y cadera, donde noto todo el peso. Cada noche tengo rampas en las piernas (hay veces que incluso en las dos a la vez), muy dolorosas y que tardan en irse. Ya no me sirve lo presionar los dedos del pie hacia mí ni los masajes… Ahi queda el dolor durante un rato. Así que dolorida total y sin poder dormir. 
En cuanto a organización: ya hemos montado la cuna en la habitación pero las literas, que tenían que ponerlas hoy, no las tenemos porque calculamos mal una medida y quedaba muy justa (y no me gustaba). Así que estamos a la espera de si pueden cortar la madera o no… y según lo que nos digan pues hacemos una cosa u otra. El problema: estos 11 días que me quedan para salir de cuentas. Ya me veo practicando el colecho de 4 durante los primeros días. Tendré que cambiar mi imagen de «En mi cama somos tres» por el de somos cuatro.
Imagen de Sarai Llamas

En cuanto a síntomas de parto, poca cosa. Hubo un par de días que empecé a tener algo de contracciones, pero ni eran dolorosas, ni regulares. Pero ya me veíais ahí emocionada por si se volvían regulares. Pero que va. A seguir esperando.
Ahora, si la niña no llama a la puerta antes, el día 13 tenemos una última ecografía, en la que quieren controlar el peso del bebé y luego el día 19, que es cuando salgo de cuentas, la prueba de las correas. 
El caso es que poco queda ya. Ya han pasado casi 39 semanas y en nada habrá una nena en casa, una más en la familia, una más a quién querer con locura. Estoy deseando verla. No niego que también hay días en que todo se me hace un poco montaña arriba solo de pensar en como lo llevaré con mi hijo, ya que estamos muy unidos, pero prefiero pensar que lo llevaré con normalidad. No quiero que Biel piense que lo dejo de querer, pero también quiero que vea que se tiene que querer a la pequeña. Que su mamá ahora tiene que dar mimitos a los dos, pero que lo sigo queriendo mucho. Pero mucho. 

Semana 34

Que rápido pasan los días. Ya estamos en la semana 34 y el embarazo se acerca a su fin. Realmente ha pasado muy rápido y, todo sea dicho, lo he disfrutado pero de una manera muy diferente al primer embarazo. Con el primero me leía todo sobre cada semana en la que me encontraba, me tumbaba tranquilamente a notar los movimientos, me hacía mil fotos… En este embarazo también voy leyendo pero menos… más de una semana me he saltado de leer la información que antes solía leer sin falta, también tengo menos tiempo para notar las pataditas con calma (aunque ahora se han intensificado bastante –se nota que cada vez se está haciendo más grande) y de fotos me he hecho muchas menos. Estos días más porque han coincidido con las vacaciones y quieras que no te haces, pero nada que ver con el embarazo de Biel.
Sin poderlo evitar, me paso el tiempo comparando los dos embarazos: que si con Biel me notaba más ligera, que si en este parece que tenga más barriga, que si el ombligo se me ha salido, que si con este tengo dolores mucho antes que con Biel… Solo de pensar que aún estaba trabajando en el cole, es decir, que no había cogido la baja, en la semana en la que me encuentro ahora me da algo… ahora mismo no podría!
El martes, ayer, me hicieron la ecografía del tercer trimestre, y ya me veis a mí leyéndome el informe que me hicieron de Biel para tener un punto de referencia… aunque me acordaba bastante de lo que me dijeron. Y… Bueno, de momento cabe decir que la niña es más grande que Biel. El niño pesaba 1,887kg (estaba en el percentil 18) y la niña pesa ya 2,333kg (¡percentil 92!). Al decirme el peso casi me da algo… ya me estaba imaginando a una gigante, ¡pobreta! Luego en casa he comparado un par de datos más y parece que también será más larga. También, como diferencia, es que Aina ya está en posición cefálica desde hace una semana y algo, en cambio Biel aún estaba en podálica (aunque al cabo de una semana ya se dio la vuelta). Por lo demás, todo está bien. La pena es que no se dejaba ver mucho, se tapaba la cara con las manitas… y en las fotos de la eco no se ve gran cosa. 

Hoy he ido a lo que llaman la «primera visita» en el hospital. Allí me han tomado los datos, me han pesado (sigo a buen ritmo de peso de momento), tomado la tensión, hemos escuchado el corazón de la niña: todo bien. Después me han pasado a hablar con la doctora, que ha estado mirando el informe de la ecografía de ayer, y al ver que estaba en el percentil 92 ha decidido hacerme repetir la prueba del azúcar, que no sea caso que ahora tuviera diabetes gestacional. Así que la semana que viene vuelvo a pasar la prueba y de aquí dos semanas me dan los resultados. Mientrastanto me han dado una dieta a seguir como si tuviera diabetes gestacional… así que ahora tendré que decir adiós a mis cereales, a mis bocadillos de nocilla (jeje) y al chocolate en general. Si es que lo que no me pase en este embarazo… Así tengo diferentes experiencias, para que no me aburra 😉

Y nada, estos días con mucho dolor en la parte izquierda del bajo vientre. Me noto más lenta al andar, me canso más rápido. Cada dos por tres estoy en el lavabo y esto por las noches es un suplicio porque no puedo dormir del tirón. Pero ya es lo normal en la recta final del embarazo así que a soportarlo lo mejor que pueda 😉

28 semanas

Así, como quien no quiere la cosa, ya estoy a punto de entrar en la 28a semana de embarazo y hoy he tenido visita con la comadrona para que me diera los resultados de la analítica de azúcar, de sangre y para que me pusiera la vacuna del RH-. Además del control de peso y todo eso.

Para empezar, de peso sigo estancada. Según la báscula de la consulta no he engordado ni un solo quilo desde que empezamos las visitas de seguimiento del embarazo. Aunque yo sé que al principio del embarazo perdí cuatro quilos y de esos cuatro he recuperado dos. Así que sí que estoy por debajo del peso inicial del embarazo pero al menos he subido un par de quilos. Pero esto lo controlo desde mi báscula, porque como digo en la de la consulta estoy en los 60 quilos y no hay quien me mueva de ahí. He estado mirando la cartilla del embarazo de Biel y en la misma semana ya me había engordado seis quilos! Así que no me extraña que la mujer esté un poco horrorizada de que no suba de peso, pero yo mientras la barriga vaya creciendo y la niña esté bien, que los quilos no suban más que luego cuestan de bajar!

De la analítica me ha dicho que tengo un poco de anemia, con lo cual me ha dado hierro, y de azúcar estoy bien.

Luego hemos escuchado el corazón de Aina y me han medido la altura del útero, que está perfecta para la semana que estoy, 28 cm justos.

Me han puesto la vacuna por tener el RH- y debo hacer notar aquí en el blog por si alguna vez (que lo dudo)  me tuvieran que volver a poner la vacuna, recordarme que esta vacuna ¡duele! En la farmacia, hablando con la farmacéutica que tenemos confianza (nos conocemos desde mi primer embarazo), la chica me preguntó si dolía la vacuna y yo (sin acordarme de lo que fue en su día) le dije que no, que era un pinchacito y ya está. Ilusa de mí… que rápido se olvida el dolor. Encima la comadrona me ha preguntado si quería que fuera rápida o lenta poniendo el líquido de la vacuna y yo, tonta de mí, pensando que pasaría antes le he dicho que rápido… que dolor… y luego durante la tarde, para más inri, me olvidaba de la vacuna y apoyaba la mano justo donde estaba el pinchazo… ouch, vuelta al dolor. En fin, aquí queda escrito para que lo recuerde en la posteridad: DUELE.

Esta era yo… pero con la aguja allí donde la espalda pierde su nombre

La diferencia con el embarazo del Biel es que la comadrona esta vez nos ha sugerido si queríamos un plan de parto, al que le he dicho que sí. Así que ahora tendremos que meditar bien el tipo de parto que quiero y ponerlo por escrito y entregarlo al hospital. 
Por lo demás pues vamos haciendo. Me siento muy pesada aunque no tenga mucha barriga, me cuesta ya moverme con normalidad cuando estoy tumbada. La niña se mueve poquito y esto hace que me coma un poco la cabeza y a veces me entre la negatividad de que algo le habrá pasado a la niña, que si los nervios de los últimos días, los esfuerzos hechos en el cole por separar a niños de pelearse, etc… Pero no, parece ser que está bien (deberemos esperar a la ecografía para confirmarlo del todo). Por otra parte, tengo las molestias típicas como el ardor de estómago (horroroso) y las rampas en las piernas por la noche (horribles).
Pero por lo demás un embarazo que sigue su curso y bien.

Ahora a esperar para la próxima visita, que primero será la ecografía del tercer trimestre y visita al hospital y luego el control de la comadrona de nuevo.

Espero un hermanito

Una intenta buscar la manera de acercar la realidad a los niños, y más si se trata de tu propio hijo. Creo que una buena manera de acercar esta realidad, a veces tan compleja, a los pequeños, es mediante libros y cuentos.
Estuve buscando por librerías cuentos que hablasen del tema de la llegada de un hermanito a casa y no encontraba ninguno que me convenciera. Un día hablando con una compañera de trabajo me recomendó dos cuentos que usó cuando estaba embarazada de su segunda hija y me dijo que le fueron bien. Así que fui de nuevo en busca y captura de los cuentos recomendados y encontré solo uno de ellos: Espero un hermanito de Marianne Vilcoq.
Es un libro pequeño, rectangular y en su interior explica la evolución del embarazo de la madre y la reacción de la niña ante la llegada del hermanito (negativa al principio, positiva al final). Lo bonito de este cuento es que en una de las planas siempre aparece la niña, acompañada de su osito, expresando sus emociones, junto con un pequeño texto; en la otra plana aparece la madre, o la barriga, y puedes desplegar la página y se ve el interior de la barriga de mamá: al bebé dentro.
Es bonito porque es una buena manera de hacer más entendedor al niño de porqué la barriga de mamá va creciendo, y es que dentro hay un bebé, lo cual por mucho que se lo digamos ellos no pueden imaginar lo que realmente es. Así que explicado de esta manera y con el desplegable ayudamos al niño a entenderlo mejor.
A mi hijo le gusta mucho este cuento. De hecho se lo enseñé en la misma librería, y así como con otros libros me soltaba su famoso «No» (en respuesta que no quería verlos) éste le llamó la atención y lo cogió con mucho cuidado. Le fui enseñando las páginas una a una, y desplegando la plana en que se muestra el interior de la barriga de la madre, él solo iba haciendo «oh».
El cuento está en una estantería de su habitación, fuera de su alcance, donde guardo los cuentos más especiales o que son para cuando sea más mayor. Esta estantería queda  justo en la pared de enfrente donde le cambiamos y vestimos así que él lo ve y lo señala a menudo pidiendo el «conte a mama» (el cuento de la mama) y le encanta que lo leamos juntos (también con su padre). Me hace gracia además cuando lo leen ellos dos y me observan y mi marido le dice a mi hijo: «¿Ves la barriga de mamá? Es tan grande como la del cuento. Dentro está Aina». Y mi hijo me mira y sonríe, y compara observando la ilustración del libro.
Así que si vais a ser papás por segunda vez y buscais un cuento para ir contando al peque que enseguida pasará a hermano/a mayor os recomiendo este cuento porque es muy bonito y es muy claro para el niño.
Os dejo algunas fotos que he hecho del interior para que lo veais:
Mi hijo señalando la barriga de mamá
Mi hijo observando qué hay dentro de la barriga

Semana 22

Ayer fue un día completo. Por la mañana tuve la ecografía del segundo trimestre y por la tarde la visita con la comadrona. La ecografía fue muy bien. Todo estaba correcto y sin ningún problema, además que ya nos dijeron lo que esperábamos… una NIÑA! Que alegría cuando lo oí, la verdad es que me hacía ilusión tener la niña, como ya dije. 
Además, sigo pensando que han hecho grandes cambios con las ecografías de dos años a esta parte: con que detalle se ven en éstas y en cambio con Biel no fue así! Y no hace tanto de las ecografías de Biel.
Nos hicieron la «foto» en 3D, menuda impresión. Impacta un poco la verdad. Aunque verle mover las manitas, los pies, tocarse la cara, abrir la boquita… es una sensación única. Llena tanto! 
Mirad-la que recogidita, parece que esté rezando y todo. 

La petita Aini

Luego por la tarde fui a la visita con la comadrona y también todo bien. Con lo único que me dio un toque fue con el peso, que según la báscula había perdido peso. Pero no es así. Ya le dije que en la anterior visita me pesaron en una báscula que no iba bien y dijeron de anotar el peso inicial porque no creían que hubiera engordado mucho… pero era al contrario: ¡perdí cuatro quilos! (según la báscula de mi casa). Y mira que se lo dije a la infermera pero no me hizo caso. Y claro, ayer la báscula ponía menos peso del inicial, pero no he perdido. Al contrario, he ganado un quilo de los cuatro que perdí, así que voy bien. Pero la comadrona no las tenía todas con ella.
Me programaron ya el día para hacerme la prueba O’Sullivan (la famosa del azúcar), a ver que tal sale. También me dijeron que en la siguiente visita me pondrán la vacuna por tener el Rh negativo…
Y nada, del embarazo voy haciendo, notando ya a mi niña como va dando pataditas. Al tener más barriga también se la enseño más a Biel y le voy diciendo que dentro está su hermanita. Y ayer me hizo una gracia porque iba diciendo: «la nena» y también repetía el nombre que le queremos poner: Aina. Aunque al principio decía Aini, y a mi se me caía la baba de oírle decir su nombre. A ver si poco a poco le vamos haciendo un poco a la idea de que vendrá una hermanita… Pero hasta que no la vea no se dará cuenta de todo. Cuantas cosas para mi pequeño Biel en poco tiempo: el adiós a los pañales (bueno, nuestro intento de ello), cambio de cama otra vez, la hermanita… 
En fin, pocas cosas más… sigo con un montón de faena y con ganas de que se acabe el curso… ¡se me está haciendo muy duro! Y más en días como hoy que te da la sensación de fracaso total. 

19 semanas y más

Hoy entro en la 19 semana de embarazo. Como novedad, empiezo a notar ya al pequeñín o a la pequeñina que hay dentro de mí. Vuelve a ser una experiencia mágica y única. Aunque de momento sean como cosquillitas ya hace ilusión sentirle. La barriga cada día va in crescendo y ya me visto con ropa de premamá. He recuperado los tejanos que usé con Biel porque con los pantalones normales ya me molestaba el botón. Además que con este tipo de ropa marca más la barriguita y en estos casos sí que hace ilusión mostrarla. 
Según revistas, webs y demás, a partir de la semana 18-19 se acaban de formar los genitales del bebé y se puede saber ya si es niño o niña, pero esta vez a mí me han programado la ecografía del segundo trimestre muy tarde y hasta el 14 de mayo no sabré nada! (si se deja ver, claro está).  
Ahora es cuando todos preguntan que si queremos niño o niña y la verdad es que hay veces que pienso que tener una niña estaría bien porque así sabría lo que es criar a un niño y a una niña (además que por temas de ponerle el nombre lo tenemos mucho claro que si vuelve a ser un niño) pero lo cierto es que da igual. Tanto niño como niña es especial igual. Si es niño Biel tendrá un compañero más afín, podremos recuperar mucha de la ropa que él usó… pero bueno, si es niña haremos esto mismo también, aunque de ropa no podamos aprovecharla toda.  Lo cierto es el gran tópico: ¡lo importante es que nazca bien!
Por lo demás todo igual: cansada, agotada y exhausta (aunque aquí hay que sumar cosas del trabajo además), un poco de malestar, estreñimiento, acidez, rampas en las piernas cuando duermo… en fin, la maravillosa experiencia del embarazo jajaja
Mis libros
Mis rosas preciosas

Esta semana fue San Jordi y, para no faltar a nuestra costumbre, fuimos a pasear un poco para ver el ambiente y para comprar nuestros libros. La rosa, como el año pasado, ya la tenía en casa cuando llegué de trabajar. Esta vez, además, tengo que sumar que Biel me regaló una rosa también. Vino él corriendo con la rosa en la mano, me la dio, y me dio uno de sus besitos tan dulces. Todo esto acompañado de una de sus mejores sonrisas. Luego fuimos a buscar libros y cuentos. Para mí, escogí uno de actividades del método Montessori (que nos recomendaron en la charla de Valencia), Enséñame a hacerlo sin tu ayuda de Maja Pitamic, y luego escogí Sóc de poble, un cómic sobre una chica que se hace llamar Moderna de Pueblo (Moderna de Poble) y que es divertido por las situaciones que vive esta chica… A mi marido le regalé el libro de Cels Piñol En las montañas de la locura, continuación inspirada en la obra homónima de Lovecraft. Para Biel le compramos un cuento de la Peppa Pig, Viatge amb tren, así juntamos dos de sus pasiones: la simpática cerdita y los vehículos.

Además ayer también nos decidimos (bueno, me decidí yo) a comprar un portabebés ligero para poder portear a Biel durante estos meses de embarazo (y aprovecharlo para el segundo bebé también, claro). Miramos por webs como la de Kangura y pensé que el portabebés Tonga iría genial. Pero una vez en la tienda de Kangura, justamente, la chica nos asesoró muy bien sobre la ligera diferencia entre Tonga y Suppori y nos decantamos por éste último. Lo importante es podérselo probar en el mismo lugar y hacer una compra segura. La verdad es que nos sentimos muy bien atendidos allí. Solo lo llevé ayer un ratito por la calle, es un portabebés que no recomiendan para largos trayectos, y la verdad es que me sentí muy bien y cómoda de poder llevar a Biel pegadito a mí otra vez. Que alegría. Además que como va sentadito al costado no molesta a la barriga. Aprovechamos la tarde también comprando nueva guía 2013 de Mammaproof. Así que ya no tenemos excusa para seguir descubriendo tiendas, bares y rincones de la ciudad condal. 

Semana 16, médicos y 22 meses.

Según ginecólogos y comadronas estoy de 15.5 semanas, pero para redondear estoy en la 16, así es más sencillo. 
Hoy he ido a la visita con la ginecóloga para recoger las analíticas que me hicieron, analizar de nuevo la ecografía de la semana 12 y hacer control de peso, etc. Todo bien, las analíticas perfectas (yo que me pensaba que me saldría anemia como mínimo debido al cansancio que llevo, pero no), el peso bien (teniendo en cuenta que la báscula no iba muy fina y han optado por ponerme el mismo peso que en la anterior visita (aunque en mi báscula peso como tres quilos menos), luego me han hecho una ecografía para escuchar el latido del bebé y de paso me lo han vuelto a enseñar (seguia dando múltiples patadas, me va a salir hiperactivo este segundo hijo). Así que bien, contenta de que todo vaya bien. Ahora a esperar a las siguientes visitas, ya para la semana 20-21.
En cuanto a novedades con el embarazo, tengo que decir que me encuentro mejor de las náuseas y le hago menos ascos a las comidas (¡por fin!) pero en contra ha llegado de lo peor del embarazo: la acidez. ¡Qué horror! Aún recuerdo que con Biel era un suplicio, pero notarlo ya tan pronto me ha dado algo… Ahora a aguantarlo durante lo que queda de embarazo… Por el resto, pues todo igual.
Y de médicos ahora sí que me refiero a mi pequeñín… Mi hijo vuelve a estar con anginas. No hay manera. Cada poco tiempo le sube la fiebre una barbaridad y tenemos que estar con antibióticos e historias. Además de la penilla que da cuando se empieza a encontrar mal y ves que no sabe ni como ponerse. Hemos llegado a la conclusión que las fiestas no le sientan bien: fecha señalada, fecha que se pone enfermo. Está demostrado. Así que nada, toca cuidar al peque y estar por él. 
Y aprovechando que hablo del peque mayor, hoy cumple 22 meses, y puedo decir ya que habla un poquito más (un poquito, eh!) y la comunicación empieza a ir mejor (a la verbal me refiero, porque con la gestual nos entendíamos a las mil perfecciones también). Aunque muchas veces diga «no» a lo que le preguntas, en cuanto algo es «sí» ya te lo dice o simplemente te hace algún gesto como para afirmar lo que le estás pidiendo, también dice alguna frase cortita e incluso es capaz de cantar una canción (trocitos)… a su manera, pero lo hace. Además, siempre se ha fijado en las cosas cuando se las explicamos pero ahora ves esa intención de razonar. Cuando le explico algo o jugamos juntos a algo y él descubre algo nuevo, veo en sus ojos esa curiosidad por entender lo que está haciendo… En fin, que esta Semana Santa que he pasado más horas con él se me ha caído la baba cada dos segundos. Se me está haciendo mayor ya.