Un cumple genial

Tenía pendiente escribir sobre la fiesta de cumpleaños de mi hijo.
Pastel de cumpleaños
El día 3 de junio mi peque hizo 1 año, y tal hecho debía celebrarse con una fiesta, como no. Yo, la verdad, es que no soy muy dada a hacer fiestas. Me gustan mucho, pero si las organizo yo me entra un poco de estrés y agobio con tal de que todo vaya bien. Pero en sí lo que más me «agobia» es que la gente empiece a atosigar con unas cosas u otras… Pero bueno, el caso es que tenía ganas de juntar a la familia para celebrar el primer añito de mi hijo.
Mi casa no es muy grande (por no decir que es pequeña) y juntando mi familia más directa (padres, hermanos+parejas+hijos), la de mi marido y amigos íntimos (casi de la familia) sumamos más de veinte persona. Veinticinco concretamente. Así que en mi casa era impensable hacerlo todo de una vez, y hacer dos o tres fiestas como que no: si una ya me estresa, dos ya ni te cuento. Así que decidí buscar un local donde juntar la familia y donde pudieramos desayunar y el peque pudiera moverse con libertad. Así que eché mano de mi guía Mammaproof para coger ideas. Allí encontré un local en Gracia llamado L’Hora Lliure
Una tarde fui a conocer el local y me convenció lo que vi: los dueños muy amables y atentos, la sala espaciosa para lo que quería hacer, los servicios que ofrecían (comida, decoración, detalles…) estaban bien. Así que no me lo pensé mucho y entre mi marido y yo decidimos reservar la sala para el gran día. 
El domingo fuimos llegando todos, y aunque no estuviera todo preparado (tuvimos que ayudar a decorar la sala) el trato estuvo bien, la comida buenísima y el niño se lo pasó genial. La comida ofrecida era de primera calidad (bocadillos de embutido y pastas dulces recién hechas), el pastel de chocolate hecho por ellos también muy bueno, y las galletitas que pedimos de detalle y recuerdo del primer aniversario de Biel quedaron muy bien.
El rey de la fiesta
Biel gateó por la sala con total tranquilidad. Tienen un espacio pensado especialmente para niños de su edad, con colchonetas en el suelo, un mini-tobogan por el que poder deslizarse, unas pelotas, globos… y luego una zona más amplia con juguetes para niños de varias edades (cocinita, correpasillos, juguetes de encajar…). Estuvo distraído todo el tiempo y los demás también, la verdad. 
Estoy muy contenta de haber elegido este sitio, donde pasamos una mañana muy tranquila, en buena compañía, y con la certeza de que podía corretear por la sala sin miedo a hacerse daño.
Así que si vivís en Barcelona o alrededores, o tenéis pensado venir aquí por vacaciones o un fin de semana y no sepáis donde ir con los niños, os recomiendo ir a este lugar, porque es muy acogedor y te hacen sentir como si estuvieras en casa. Y lo más importante: los peques se lo pasan bien.

¿Y la lectura?

Una de mis aficiones cuando aún no era madre era leer. Sí, era. Bueno, de hecho lo sigue siendo, pero la verdad es que no veo el momento de coger un libro y, en cuanto lo hago, rápidamente mis párpados me juegan una mala pasada y me duermo ipso facto.
En mi casa hay centenares de libros, porque, además, a mi marido también le encanta leer. Tengo decenas por leer aún ya que voy comprando los que me llaman la atención y, como he dicho antes, no encuentro el momento de leerlos.
Desde que nació Biel solo me he leído dos libros. DOS EN UN AÑO. El primero que me leí fue justo cuando Biel tenía un mes, durante las vacaciones de verano, y entre las tomas nocturnas, que Biel se iba despertando cada hora-hora y media, aprovechaba para leer. Éste era Tormenta de Espadas, el tercero de la saga de Canción de Hielo y Fuego de George RR Martin. Una joya de libro. Me encantó y me enganchó muchísimo porque el libro como tal tiene unas mil páginas, pero me las leí como si nada.
Luego pasó un tiempo y en octubre me leí uno muy cortito (de hecho en un día lo tuve leído). Os hablo de Nada, de Janne Teller. Este me impactó. Y mucho. Me dejó con la boca abierta y el corazón encongido más de una vez.
Y desde entonces no he podido acabar un solo libro. Tengo empezados los del pediatra Carlos Gonzalez, que voy leyendo a ratitos. Y de novela tengo empezada des del día de reyes 1Q84 de Haruki Murakami. Y mira que a mí este autor me encanta y me engancho a sus libros… y de hecho me enganché a este durante unos días, pero no os exagero si os digo que este sábado lo cogí por primera vez después de tres o cuatro meses… Y sólo para leerme dos páginas porque, como os digo, mis párpados no aguantaron más.
En fin. Un desastre. Con lo que me gusta leer y ahora lo veo como algo tan difícil de hacer… tendré que esperar de nuevo al verano para relajarme y engancharme de nuevo a mi hobbie.
Y vosotras, ¿habéis recuperado el hábito de la lectura o de cualquier otra afición que tuvierais? 

Revisión del año

El otro día fuimos a la pediatra para que le hicieran la revisión del año. Para empezar, hemos cambiado de pediatra, ya que el anterior no nos acababa de gustar su forma de mirarse al peque cuando le tocaban las revisiones, ni cuando se ponía malito y tenía que ir al médico. Le echaba una mirada rápida, casi sin tocarlo y ala, revisión hecha. Además de su ya famosa frase en su primera revisión, de «más biberón y menos teta» para que el niño engordara más… En fin. Hemos cambiado de pediatra y de momento muy bien. Ya la conocíamos de algún día que lo habíamos llevado de urgencia y nuestro médico no estaba. Al verla tan atenta y pendiente de cada uno de los detalles del niño, decidimos cambiarla por esta doctora.
La revisión fue bien, aunque el niño no paró de llorar… Vestirle y desvestirle es un drama. Y ahora que estamos en la época en que no quiere irse con desconocidos, cada vez que le cogía la infermera o la pediatra era otro drama. 
Comiendo tortilla
En cuanto a él, está un poco estancado de peso. Dice que no nos preocupemos porque a esta edad, que es cuando empiezan a andar y a moverse mucho más, es normal que no engorden tanto, ya que todo lo queman. En el momento en que su cuerpo se acostumbre a tanto movimiento, empezará a engordar lo que toque. Ahora mismo pesa 8.680gr y mide 72cm.
Así que dice que sigamos dándole de comer como hasta ahora y que le introduzcamos los alimentos que a partir de ahora puede comer (legumbres, tomate, huevo…) y que a partir de ahora no le trituremos la comida si no que probemos de dársela  a trocitos pequeños…
Nosotros ya hace un tiempo que vamos introduciéndole la comida tal cual, pero la verdad es que aún le cuesta comer a él solito… Todo será tener que irse acostumbrando 🙂

De paseo por Barcelona

Ahora que empieza el buen tiempo, apetece salir a pasear y hacer excursiones. Sobre todo porque no hace ni mucho calor ni frío; aunque empieza a apretar el calor, la verdad.
Hace unos días hubo un fin de semana largo, y decidimos aprovecharlo.
Uno de los días fuimos a descubrir un poco más nuestra ciudad, porque parece mentida pero hay sitios que aún desconocemos de ella. Uno de estos lugares era la carretera de las Aguas, en Collserola. Este paseo es una zona de rutas o bien para hacer senderismo, correr o bien ir en bicicleta. Es un recorrido de tierra de unos diez quilómetros de longitud. Nosotros no hicimos estos diez quilómetros ni mucho menos, pero voy a recomendaros que si vivís en Barcelona o cercanías, o si un día venís aquí y os gusta la montaña, éste será un paseo bonito, alejado del ruido, con unas vistas espectaculares de la ciudad y de sus alrededores.
Parte del camino
Nosotros llegamos en coche, subiendo por el barrio de Pedralbes y entrando por el municipio de Esplugues de Llobregat, y lo dejamos aparcado en una zona que hay cerca del inicio del recorrido. Pero también también se puede llegar en transporte público, como explican estas mamás que decidieron hacer la salida http://www.mammaproof.org/senderismo-carretera-aigues/.
El camino se puede hacer perfectamente con cochecito, aunque bien es verdad que hay algunos tramos de subida que se hacen un poco pesados… Hay espacios donde poder parar y observar la ciudad, sentarse, beber, y corretear un poco. Un lugar tranquilo donde dar el pecho, si aún le dais, o para darles de comer sentados en un banco o en su sillita. 
Observando Bcn
Paseando
Jugando

Un buen plan de fin de semana, sin duda, para desconectar de todo.

Imprescindible (I): La Manduca

Hace mucho tiempo que vengo pensando en escribir sobre aquellos artículos que han sido realmente útiles para mí. Para la primera entrada quería escribir sobre la mochila ergonómica, la Manduca
Desde el momento que la compré, me di cuenta que sería una buena compra, aunque su precio, de buenas a primeras, tire un poco para atrás. Además tiene multitud de modelos y colores, a cuál más bonito. Reconozco que me gustaría tener más de una.
Antes de tener a mi hijo, unos amigos nos pasaron un poco de ropa de su hijo y también una mochilita que tenían, una Babybjörn. Al principio nos pareció genial, porque de hecho, tampoco conocíamos ninguna otra marca ni sabíamos qué era una mochila ergonómica ni qué no era una mochila ergonómica. 
Así que cuando mi hijo tuvo los tres meses, más o menos, cuando aguantaba mejor la cabeza, empezamos a usarla algunos días, para salidas o cuando iba yo sola a algún sitio e ir con el cochecito era un engorro. Al principio nos fue bien, para el uso que le hacíamos, pero pronto nos dimos cuenta que no era muy buena. En el mes de septiembre/octubre empecé a ir a yoga y a conocer más madres y tiendas especializadas y supe de las mochilas ergonómicas. A los cuatro meses mi espalda ya no podía con el peso de Biel. Mis cervicales estaban (y están) fatal y no soportaban el peso que recaía en ellas. 
Con el bebé delante
Me probé un mochila ergonómica (la ErgoBaby) y el cambio fue espectacular. Hablé con mi marido de comprar una mochila nueva y le pareció buena idea. Al ir a comprar la que me probé, nos dijeron que se habían agotado y que tardaría unos días… pero yo quería una sí o sí, y me compré otra en una tienda de por ahí cerca, y ésta fue la Manduca.
El peso del bebé se reparte perfectamente, además de que el niño queda bien sujeto y se siente seguro y bien. Cuando llevas un buen rato con ella sí que se nota que llevas el peso de un niño, pero os puedo asegurar que pueden pasar horas hasta que eso ocurra.
Nosotros, desde que tenemos la Manduca, la hemos usado mucho: yo cada semana para ir a clase de yoga, para las excursiones por la montaña, para trayectos cortos por la ciudad o para ir a casa de familiares… para cualquier ocasión en que no se necesite el cochecito para algo, la hemos usado. 
Si tuviera que recomendarla lo haría sin duda. Tal vez, uno de los artículos más imprescindibles para el bebé y, sobre todo, para la mamá.

Detrás de mamá, fijaros en la carita de felicidad del niño

1 año (12 meses)

He estado desaparecida durante mucho tiempo, pero hoy no podía dejar de escribir unas palabras para uno de los días más importantes de este año. Hoy mi hijo Biel cumple 1 año. A estas horas, a las 21:45, nacía mi hijo, tras horas y horas de parto. No podía creer tener a esa personita tan preciosa encima mío. Realmente emocionante aquel momento, y sin duda uno de los mejores de mi vida. 
Hoy justo hace un año que me convertí en madre, que mi mundo cambió radicalmente, donde la Mercè mujer además se convertía en Mercè mamá… el papel más importante de todos. Un bebé dependía totalmente de mí. Los primeros días no cabe decir que fueron duros, llenos de dudas, con dolores y muy cansada. Pero también, felices. Los meses que siguieron, todos y cada uno de ellos, especiales. Vi crecer a ese bebé, tan pequeñito, que le costaba comer. Viví sus primeras carcajadas, viví la experiencia de ir a yoga, piscina, danza del vientre con él, viví la experiencia de verle descubrir sus manitas, viví la experiencia de verle sonreir al verme, viví la experiencia de verle gatear y ahora de darle sus primeros pasitos… Y muchas más experiencias: su primer viaje largo, su primera excursión, su primera vacuna, su primer análisis de sangre… Un año y toda una vida. 
Aún queda mucho por descubrir, mucho por aprender. De hecho, ahora empieza una etapa preciosa, llena de aprendizajes, de descubrimientos y de ver como su mundo crece.
Hoy hace un año del día más especial de mi vida.
El día del nacimiento de Biel y hoy