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Imagen de Sarai Llamas |
Con esta frase queda claro que en mi casa se practica el colecho. Ahora bien, analicemos como hemos ido a parar a dormir los tres juntos y qué opinamos al respecto.
No sé si he contado alguna vez que antes de que naciera Biel yo tenía claro que él dormiría en su cuna, nosotros en nuestra cama, etc, etc… Pues bien, por lo mismo que pasó con la lactancia que hasta que no te encuentras en situación realmente no puedes saber qué tan fácil es seguir con tus premisas pre-maternidad, nos hemos encontrado que al final dormimos los tres en la misma cama y no es un drama. Al menos para nosotros. Al menos algunos días.
Cuando Biel nació llevamos el moisés a nuestra habitación, para que tuviera al niño más cerca cada vez que se despertara para pedir pecho. Se despertaba mucho por la noche. Cada hora y media, máximo dos, el peque se despertaba. Yo lo pasaba a la cama y le daba el pecho. El se cogía a él y comía un poquito. Enseguida se dormía en el pecho y yo, muchas de las veces, me dormía con él. Cuando no me dormía lo volvía a pasar a la mini cuna hasta que se despertaba de nuevo y volvíamos a repetir el proceso.
La cosa se fue complicando cuando empecé a trabajar, hará un año y un mes. Aún le daba el pecho por las noches y yo iba MUY CANSADA entre la vuelta al trabajo y el dormir poco por las noches. Así que cuando se despertaba para tomar pecho ya lo dejaba durmiendo a mi lado, no lo volvía al moisés. Al cabo de un mes de empezar yo a trabajar, Biel dejó de pedir pecho por la noche. Es decir, se despertaba pero no quería comer. Solo quería dormir con nosotros. Así que dejamos que durmiera con nosotros ya que era lo que mejor nos iba para poder descansar.
Y así hasta el verano. Durante el verano, ya expliqué en alguna entrada, Biel parecía que empezaba a independizarse de nosotros. Hubo unos días en que se dormía solo en su habitación e incluso dormía del tirón nueve horas seguidas o más… Ya no pedía volver a nuestra cama.
Fue empezar el nuevo curso y él querer volver a la cama con nosotros a media noche. Ahora directamente, lo dormimos con nosotros y ya no duerme en la cuna, que lo hace solo en contadas ocasiones y siempre despertándose a media noche. Para nosotros es mucho más cómodo dormir juntos porque así no sufrimos de los despertares nocturnos y podemos dormir del tirón. Ahora bien, es cierto que a medida que crece se va moviendo más y da más golpes. Mi marido, sobre todo, sufre de sus patadas.
Hasta aquí sería algo normal (bajo mi punto de vista). Ahora bien, parece ser que no lo es y para la gente que no lo es da su opinión y clama que nos está tomando el pelo. El comentario number 1, sin embargo, se lo lleva la infermera de la pediatra durante la revisión de los 18 meses. Al preguntarnos que como dormía le dijimos que bien, que lo hacía del tirón. Preguntó entonces si lo hacía en su cama y nosotros dijimos que dormía en nuestra habitación. Entonces ella ya empezaba a encenderse y volvió a preguntar si es que teníamos la cuna al lado de la cama y dijimos que no, que dormíamos en la misma cama. Entonces nos dijo que esto no podía ser, que teníamos que ponerle a dormir en su habitación, que tenía que aprender a dormir solo y que, aunque fuera muy bonito verle, olerle, notarle, etc, ERA ANTIHIGIÉNICO. Eso nos dijo. Mi marido y yo callamos como tumbas y solo le dijimos que vale, que ok, pero que para nosotros era lo más cómodo y que veíamos bien que durmiéramos juntos. Ella calló y vino la pediatra. Ella nos volvió a preguntar que cómo dormía y al decirle que bien no indagó más. Nosotros no especificamos más, claro. La infermera, al cabo de un rato dijo que qué opinaba la pediatra de qué durmiéramos juntos y al decirle nosotros que no se lo habíamos comentado nos miró con cara de «no habéis dicho nada para que no os abroncara» y pareció que iba a por ella, pero dio media vuelta y simplemente nos dijo un buenas tardes de despedida…
Cierto es que para nosotros es lo más cómodo, pero también entiendo que mucha gente no sea partidaria de compartir cama con el peque, por X motivos… pero si nosotros lo hacemos, ¿qué tiene de malo? ¿Acaso dormirá con nosotros cuando sea un adolescente?¡¡¡Espero que no!!! Como maestra entiendo la importancia del querer educarle el sueño, que tenga una serie de rutinas y espacios que identifique como suyos. Como madre, el dormir con él, además, me da la tranquilidad de tenerle, de palparle, de saber que está bien. En la práctica no es tan fácil enseñar a dormir a un peque en su cuna… si él reclama a la madre, ¿por qué negarle ahora? A lo mejor es una manera de pedir que estemos por él, de no dejarle solo… No sé… pero solo sé que no me siento mala madre por dormir juntos los tres.