¿Lactancia materna?

Estando embarazada siempre imaginaba que daría de comer de mi hijo únicamente y exclusivamente de mi pecho. Toda la información que dan acerca de la lactancia materna es que es el mejor alimento que se le puede dar a tu hijo porque contiene todos los nutrientes necesarios para el bebé. Incluso cuando aún no se ha producido la subida total de la leche, el pecho segrega lo que se llama calostro (primera leche que sale antes de que la leche materna madure). Éste es rico en proteínas, grasas y anticuerpos, que protegen al bebé de posibles infecciones y activan su sistema inmunitario. Luego, pasado unos días ya se produce la subida de la leche materna.
Para que ésta suba, el bebé tiene que estimular el pecho. Tiene que estar succionando todo el tiempo posible para producir la mayor cantidad de leche (la que el bebé en cuestión necesite). Por lo tanto, la leche materna no entiende de horarios: es una alimentación a demanda.

Antes de que naciera mi hijo me leí todo lo que pude y más sobre el tema y en las clases pre-parto daban algún que otro consejo, como las diferentes posiciones para dar de mamar. Pues con mi convicción creí que aunque surgieran problemas yo no decaería y daría el pecho sí o sí a mi hijo.

Fue nacer mi hijo y surgir mil y una dudas. En resumidas cuentas, antes de que explique el porque y posibles causas, diré que el biberón le gana al pecho.
Biel nació un viernes por la noche. Como bien aconsejan, lo primero que hicieron al nacer mi hijo fue dármelo para ir creando el vínculo madre e hijo. La emoción me podía. Por fin, tras 42 semanas, podía ver la cara a mi pequeño. Me sorprendió que no llorara al nacer ni que no me lo pusieran al pecho, pero pensé que tal vez me lo pondrían más tarde, así que no me preocupé mucho. Efectivamente, al cabo de una media hora, estando ya en la sala de partos donde dilaté, la comadrona que ayudó a traer a mi hijo al mundo me ayudaba a ponerlo en el pecho. Entre las dos manejábamos el pequeño cuerpo de mi niño y observábamos que se agarrara bien al pecho. Así fue. Biel empezó a mamar poquito a poco. La primera noche se despertó un par de veces y esas dos veces le dí el pecho. Tenía que ser a demanda, como leí. Esa noche no vino ninguna enfermera para preguntar si tenía ninguna duda. Por la madrugada me levanté y dando un paseo por los pasillos fui a preguntar a una enfermera de la planta una duda que tenía al respecto sobre como darle el pecho a mi hijo (pregunta tonta, lo reconozco, pero soy primeriza, ¡qué más quieres!). Su respuesta fue rotunda: ¿tú que crees? – me dijo. Sorprendida le dije lo que creía, pero a la vez le solté un «pero no lo sé, por eso te pregunto, porque se supone que estáis aquí para ayudar» (a veces me dan esos momentos «bordes»). Total, ahí empecé a asquearme un poco por la poca ayuda que recibía. Durante el primer día el niño apenas lloró, y yo lo iba poniendo al pecho cuando él reclamaba. Se cogía al pecho, pero estaba poco tiempo, 5-10 minutos como mucho. Yo daba el pecho según creía, decían que tenía que ser a demanda, así que no preocupaba de ese poco tiempo. Tampoco vino ninguna enfermera durante el primer día para decirme si lo estaba haciendo bien o mal, o darme algún consejo. Cuatro preguntas rutinarias y se iban de la habitación tan pronto como llegaban. El segundo día mi hijo perdió un poco de peso, y vino la pediatra a soltarnos un sermón sobre lo mal que estaba dando de comer a mi hijo (sé que exagero, pero así me sentí yo en aquel momento). Lloré y lloré. Me dijo que aunque no demandara que lo tuviera al pecho, que para que se produjera la subida lo tenía que estimular. Llorando de rabia tenía a mi hijo al pecho: «ya me lo podrían haber dicho antes», pensé yo. Tal vez así no tendría los problemas que vinieron después. En el mismo hospital, por la noche, como mi hijo pasaba hambre porque aún no me había subido la leche, me dieron un suplemento con leche de fórmula. Salvación: mi hijo ya no lloraba y dormía con la barriguita llena. Ahí fue cuando me dijeron que una pequeña ayuda no pasaba nada, hasta que no me subiera del todo la leche.
En casa la cosa no podía ir peor. Me pasaba el día con el niño en el pecho. Yo no entendía como no me subía la leche: ¡será por no succionar! A todo esto, un dolor de pechos terrible. Cada vez que el niño lloraba porque tenía hambre a mi me daba el bajón. Me dolía todo, pero ahí estaba: con lágrimas le daba de comer a mi hijo, y ni así se llenaba del todo. Por la noche volvió el suplicio: llorar, llorar, llorar y llorar… Dos horas seguidas gritando de hambre. Mi marido fue corriendo de urgencias a comprar un mini bibe y leche de fórmula (como yo solo quería darle pecho no teníamos nada de eso en casa). De vuelta la salvación.
Y así iban pasando los primeros días: pecho durante el día y algún biberón para ayudar. 
Todos los médicos y pediatras que hemos encontrado a lo largo de estos casi tres meses tienen ideas bien dispares sobre el tema de la lactancia materna, y a mi no me dejan de marear. Soy una madre primeriza: pónganse de acuerdo y respeten mis necesidades. Ayúdenme a alimentar bien a mi hijo, no a sentirme mal (que de eso ya sé hacerlo yo sola). 
El caso es que no me subió suficiente leche y el pediatra de mi hijo nos dijo que hiciéramos lactancia mixta, tal  y como íbamos haciendo. ¿El problema? Que al no estimular lo suficiente el pecho ya no produzco tanta leche y cada vez más el biberón va ganando terreno al pecho. A mi pediatra no le parece mal, de hecho su famosa frase es «más biberón y menos teta, mamá». 
Por lo tanto, ¿lactancia materna? De mi experiencia y de mis errores, sé que la próxima vez intentaré guiarme más por mi misma, y de las convicciones que tenía. Los médicos no se ponen de acuerdo en nada y muchas veces no se dan cuenta que una no nace sabiendo todo, por muchos libros e información que haya. Tendrían que preguntar a la madre cómo quiere alimentar a su hijo, y una vez sabiendo eso, ayudarla de la forma que ella elija. Si quiere lactancia materna, darle todo el soporte necesario, dar técnicas para estimular mejor el pecho, y en el caso de que no se pueda sacar más, dar alguna explicación de porque ocurre esto. Así yo me sentiría más tranquila.

7 comentarios en “¿Lactancia materna?

  1. La veritat que no és gens fàcil el tema de la lactància… Jo vaig tenir els meus dos fills ja fa uns quants anys i tampoc ningú em va orientar. Amb la meva filla vaig donar-li 5 mesos el pit i vaig acabar donant els bibes també una mica pel mateix… No te n'acabes de sortir perquè no saps massa com fer, donar el pit també suposa una bona dosi de sacrifici personal. Amb el segon tot va ser diferent i al contrari … vaig passar a donar-li durant gairebé 4 anys…Tens raó que aquesta experiència és alguna cosa que un ha d'anar fent com es troba dia a dia… Hi ha associacions relacionades amb la lactància que ajuden a mares primerenques.

  2. Felicidades por tu blog. A pesar de no tener hijos aún, encuentro este tema muy interesante y más todavía la opinión de primera mano de una recién mamá. Está claro que por mucho que una intente prepararse para la llegada del bebé, cuando llega el momento te invaden miles de dudas que se van solucionando a base de consejos del pediatra, de otras mamás y de la propia intuición.

  3. Com tu be dius, cuan tens per primer cop un fill fas una mica el que et diuan els demés i la teorica no te res a veura, ni cada dona es igual, a mi, ja tu he explicat moltes vegades va pasarme el mateix,la teva germana gran cuan vaig anar a casa no paraba de plurar, fins que vaig trucar al ginecoleg desesparats i va dir que l'ajudes, biberó i pit i es van acbar els problemas, ara en Biel va be així, i qui sap si en tens un altre, numés del pit tindrá prau, hu estás fen molt be Mercè, no tinguis cap dubte d'aixó.(Mama)

  4. Yo he tenido dos hijos hace tiempo ya, però ninguno és igual y sus demandas a la hora de comer son diferentes. El mayor, padre de tu hijo, necesitaba las dos cosas. Pecho para jugar con el, y biberón para saciarse. En todas las epòcas hemos dudado. A veces mal el consejo de las madres mayores y por otra parte van bien. Ahora, piensa que las dudas estan siempre ahí. Somos nosotras las madres que hemos de actuar segun nuestro instinto y algun consejito que va viniendo.Estate tranquila porque tu labor de madre supera el listón más alto. Lo haces fenomenal. Solo as de mirar la carita de tu hijo, cada dia expresa sus sentimientos "Adelante mama, que lo haces muy bien" …..

  5. Hola Mercé,me llamo Rocío Pérez y soy estudiante de Periodismo científico. Para un trabajo de clase estoy escribiendo un reportaje sobre la lactancia materna. Me gustaría saber si te importaría que usase estractos de esta entrada, e incluso si podría enviarte algunas preguntas para que me las contestases. Serían únicamente para este trabajo, no saldrían publicadas en ningún sitio.Te dejo mi email: rozio_perez@hotmail.comUn saludo, y muchas gracias!

  6. Pingback: ¡La mejor leche! #SMLM2014 | Una Mamá Bloguera

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